El quiteño es una persona inquieta, alegre y que siempre esta en busca de un buen plato de comida, nuestras tradiciones nos llevan siempre en búsqueda de platillos que alimenten y que sean económicos para nuestro bolsillo. Es ahí donde entran las huecas estos llamativos lugares no suelen ser de gran lujo, es más es muchas de las veces no existen ni un lugar donde sentarse, pero es su sabor lo que la gente busca y por lo que tan atractivas son.
No se sabe bien ni con exactitud en que tiempo nacen estos lugares pero se podría hablar que tienen una antigüedad de 150 años, ni el porque de su nombre, pero se lo podría atribuir porque siempre o al menos al comienzo de sus negocios siempre son lugares pequeños, en la calle, o en locales muy pequeños como un hueco y por eso a lo largo de los años se han ganado este nombre de "huequitas" si les preguntamos en la calle a personas que son las huequitas, todos estarán de acuerdo que son lugares donde no hay comodidades ni lujos pero el sabor de la comida bien vale la pena el sacrificio.
Según el Chef graduado de la Universidad Tecnológica Equinoccial, Oscar Rey las huequitas forman parte de nuestra cultura, son importantes para los quiteños y los ecuatorianos porque con la vida tan ocupada se que tiene hoy en día muchos buscan una comida rápida pero no chatarra, que sea económica y que aparte de todo tenga un exquisito sabor, las huecas ofrecen todo eso, "no hay quiteño que no tenga una hueca" nos asegura que en algún momento toda persona ha conocido y comido en una hueca, ni siquiera los famosos se salvan de eso y nos pone un ejemplo, las famosas tripas de la floresta.
Este conocido lugar se encuentra en el parque Navarro, ubicado en el barrio la floresta en el centro norte de la capital, también conocido como el parque de las tripas, pues es ahí donde se comercializa este plato que es un poco de mote con la tripa de res asada al carbón, según una de las vendedoras mas conocidas Doña Blanca Cusicahua "el secreto de una buena venta es la sazón y el cuidado de la preparación, no es solo ponerlas al carbón y ya hay que saber escoger bien los ingredientes", nos cuenta que es negocio familiar y que ha estado por muchos años vendiendo su producto con muy buenos resultados.
Cuando le preguntamos a le gente que se encontraba en el parque disfrutando de su plato de tripas nos supieron decir que son de las mejores que han probado en Quito y que su sabor es incomparable, para Valeria Oña "esta huequita lo tiene todo, buen servicio, buena comida y excelente precio" y asegura que gracias a la resiente regeneración del parque el servicio a mejorado mucho.
Este lugar como la mayoría de las huecas en quito tienen mucho que ofrecer, tienen sabor, precio, y tradición, si tu eres uno de esos quiteños que aun no ha ido a conocer este lugar o cualquier otro tradicional donde puedas degustar la mejor comida, atrévete a conocer estos maravillosos lugares y compartir buenos momentos con familia y amigos.